El árbol de la vida es un símbolo que ha sido utilizado por diversas culturas desde tiempos ancestrales.
Representa el ciclo de la vida en su totalidad. Aunque varía su significado según la cultura, todas convergen en que el árbol de la vida es la imagen que mejor representa el crecimiento, la conexión y la evolución de la existencia humana.
El origen del árbol de la vida en diferentes culturas
El árbol de la vida ha sido un símbolo para muchas culturas, como la judía, cristiana, celta, nórdica, entre otras. Cada cultura le dio su propio significado, pero en general, todas coinciden en que el árbol representa el ciclo completo de la vida, desde su nacimiento hasta su fin, cuando llega a los cielos. Tan nos recuerda al árbol genealógico y nos hace pensar en la importancia de la familia y en el valor que tienen para nosotros aquellos que nos precedieron.
En la religión judía
El árbol de la vida posee 10 nodos conectados entre sí, que simbolizan la armonía y la restauración de la paz en el mundo. Para los judíos, este árbol hace referencia a la existencia y a la creación, de lo terrenal a lo divino.
En la religión cristiana
El árbol de la vida es el mismo árbol que Dios plantó en el paraíso perdido. Este árbol fue el que dio una manzana como fruto y en el que la serpiente convenció a Eva. En la concepción cristiana, muchas veces se ha equiparado el árbol de la vida con la cruz de Cristo, ya que ambos simbolizan la vida y la redención del ser humano.
En la cultura celta
Los árboles eran seres vivos con una gran importancia en la vida de las personas. Para los celtas, los árboles eran seres protectores del frío y de la lluvia, que les daban la madera para crear fuego y alimento. Además, los árboles eran considerados como los símbolos de la vida porque podían comunicarse con el entorno de una forma completa, con la tierra gracias a sus raíces, con el exterior gracias al tronco y con el cielo gracias a las ramas.
En la cultura nórdica
Tenían una visión pagana del árbol de la vida, donde este era un ser infinito que no tenía principio ni fin. Además, estos asociaban el árbol con la energía que se movía de forma ascendente y descendente.
Ahora bien, es interesante conocer el significado base del árbol de la vida y las diferentes interpretaciones que se le pueden dar. Fundamentalmente, este significado se relaciona con las propias partes del árbol: raíces, tronco, ramas, hojas y frutos.
Metafóricamente hablando, estas partes del árbol también son las que conforman nuestra existencia.
Las raíces hundidas en la tierra representan la base sólida que necesitamos para crecer.
El tronco simboliza nuestra fuerza y el crecimiento.
Las ramas nos representan como seres que se expanden y que buscan nuevos horizontes.
Las hojas y los frutos son la recompensa por nuestros esfuerzos y nuestra lucha por crecer.
Además de esto, los árboles son esenciales para la vida en la Tierra, ya que nos proveen de oxígeno. Por tanto, un árbol también puede hacer referencia al mismo acto nuestro de respirar, que es esencial para poder estar vivos. Sus hojas ofrecen «curación», ya que se abastecen del agua que cae del cielo y le permite estar fuerte y sano. Pero estas hojas también tienen una connotación más metafórica y son nuestras herramientas para curar no solo el cuerpo, sino también el espíritu.
También, el árbol de la vida está relacionado con los cuatro elementos de nuestro mundo: el aire, el agua, el fuego y la tierra. Estas fuerzas esenciales le permiten dar y mantener la vida. La luz solar es la que permite que el árbol pueda nacer y crecer, la tierra le proporciona alimento para nutrir las raíces y el aire le da oxígeno para respirar. Pero es especialmente el agua la que le proporciona la esencia vital de la vida, ya que sin ella, el árbol no podría dar frutos ni alimento. Su existencia está enraizada en la esencia que le proporcionan los elementos de la naturaleza. Es un ser vivo que beneficia el medio ambiente y ofrece vida y alimento a todos los seres que habitan el planeta. Debemos recordar que nuestra supervivencia como seres humanos también depende de nuestra relación con la naturaleza y con seres vivos como el árbol de la vida.