La astrología es a menudo objeto de dudas y cuestionamientos. A pesar de que a menudo se tiende a relativizar, su importancia desde una perspectiva antropológica es innegable. Los símbolos zodiacales han estado presentes en nuestra cultura desde tiempos inmemoriales y también han dejado una marca duradera en la historia del arte.
Un ejemplo impresionante de esto es la pintura «La última cena» de Leonardo Da Vinci, que utiliza los signos del zodíaco como parte de su composición. Esta obra maestra revela que Da Vinci estaba familiarizado con la simbología astrológica. Según el estudioso Mario Bussagli, esta pintura combina de manera magistral diversas disciplinas esotéricas. Además, presta especial atención al rostro de Jesús, que el pintor dedicó más de una década a perfeccionar y que se basa en la representación de los signos zodiacales.
La distribución de los personajes en la pintura está vinculada con los doce signos astrológicos, lo que ha sido reconocido desde hace siglos.
«La última cena» de Leonardo Da Vinci se inspira en las antiguas tradiciones que consideraban la comida como un punto de conexión entre la alimentación física y espiritual. Esta obra de arte atemporal narra un episodio crucial de la historia cristiana y, al mismo tiempo, ofrece un profundo resumen de la simbología esotérica occidental.
Los personajes representados en la pintura se pueden dividir en tres grupos astrológicos:
PRIMERA TRIADA:
- Simón : Su apariencia se asemeja a un carnero (símbolo de Aries), con una frente prominente, barba puntiaguda y un aspecto enérgico, que se corresponde con la influencia de Marte (planeta regente del signo) Históricamente, Simón tuvo una vida marcada por la guerra y la resistencia contra el Imperio Romano, lo que refleja su fuerte personalidad.
- Tadeo : Su presencia maciza y segura refleja las características de Tauro, con una apariencia sólida y reflexiva, asociada a Venus.
- Mateo : Su postura y apariencia elegante se asemejan a Géminis, sus brazos en movimiento en dirección opuesta a su mirada representan la dualidad y la inteligencia, vinculada con Mercurio.
SEGUNDA TRIADA:
- Felipe : Representa el signo de Cáncer, con una postura inclinada y manos envolventes sobre el pecho que evocan la forma de la constelación del Cangrejo, relacionada con su regente, la Luna.
- Santiago el Mayor : Su apariencia llamativa y dominante, su melena dorada con claros rasgos leoninos y los brazos abiertos queriendo abarcarlo todo, lo vinculan a Leo y a su planeta regente el Sol.
- Tomás : Su postura y gestos, levantando un dedo para llamar la atención sobre algo especifico, se asemejan al símbolo de Virgo, relacionado con su regente Mercurio.
TERCERA TRIADA:
- Juan : Su hermosa y delicada apariencia resalta sobre la tensión de la escena, tratando de equilibrar las emociones de los apóstoles que tiene a su lado, por lo tanto representa a Libra, la balanza y la belleza que otorga Venus, su planeta regente.
- Judas : Mirando directamente a Jesús y apretando la bolsa con las monedas (pago de su traición), sabe que tiene una tarea oscura y terrible, su actitud es fuerte y decidida aun cuando sabe que con su acción conducirá a Jesús al martirio. Las personas del signo Escorpio poseen mucha fuerza interior y son capaces de acciones extremas. Su regente es Plutón, y su corregente es Marte.
- Pedro : Empuña con su mano derecha un cuchillo e invade el espacio personal de Judas para acercarse a Juan. Esta preparado para atacar defendiendo la verdad y la libertad que trae Jesús. Representa la impetuosidad de Sagitario que otorga su planeta regente Júpiter.
CUARTA TRIADA:
- Andrés : Representa al signo Capricornio, la posición de sus manos levantadas a la altura del pecho establecen un límite mostrando tensión y autoridad, como queriendo alejar el drama que se avecina. Su postura erguida y firme denota la energía de Saturno.
- Santiago el Menor : Trata de detener a Pedro y pareciera estar hablando con Andrés y Bartolomé, quizás tratando de aplacar los ánimos. Simboliza a Acuario, signo de personas que razonan antes de actuar, que buscan el diálogo y aman la paz. Su regente Urano, corregente Saturno.
- Bartolomé : Bajo la influencia de Piscis, se muestra abstraído y neutral ante la situación, pareciera estar tratando de entender algo que sobrepasa su comprensión, esta atónito ante lo que intuye va a ser el acontecimiento que marcará a la humanidad. Intuición y sensibilidad características que aporta el planeta Neptuno. Júpiter es el corregente de Piscis.
Finalmente, Jesucristo ocupa el centro de la pintura, simbolizando el punto focal, al «hijo del hombre», a la humanidad recibiendo la influencia de todos los signos y energías planetarias. Su postura refleja ecuanimidad y perfección, con las palmas en posiciones opuestas, manifiesta la capacidad humana de dar y recibir, así como la aceptación de su papel en el gran drama cósmico escrito por Dios.
No dejes de ver este interesante video sobre la simbología astrológica de «La última cena».
En conjunto, «La última cena» de Leonardo Da Vinci ofrece una rica interpretación esotérica de la historia cristiana y de la influencia de la simbología astrológica en la iconografía artística occidental.
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